Malta (1ª Parte) La Valeta.

MALTA, PERLA DEL MEDITERRÁNEO


La Valeta
Hablar de Malta es hacerlo de belleza, de historia y de características únicas que la convierten en un destino inexcusable. Sus múltiples encantos, concentrados en tan escaso territorio, la asimilan a un matraz donde se hubieran fundido mil esencias maravillosas, todas ellas dignas de ser descubiertas.

Asentamiento neolítico, griego, púnico, romano y normando, nido de piratas berberiscos, dominio de los Caballeros de Malta y pieza fundamental de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Todo esto en un territorio de apenas 316 km cuadrados.

Malta ha sido y es fiel reflejo de la cultura europea occidental, sintetizada en un limitadísimo territorio que cuenta con menos de medio millón de habitantes. Sus tres islas principales nos ofrecen todo un lujo cultural, arquitectónico y de recreo con La Valeta, su capital, como principal referente.

En esta primera parte os mostraremos las maravillas de esta bella ciudad.

¿Queréis acompañarnos?


Archipiélago de Malta con La Valeta entre sus dos bahías


En la zona nordeste de la isla de Malta se encuentra el magnífico puerto natural que alberga a La Valeta que, a su vez, se encuentra rodeada por seis poblaciones.

Al noroeste se encuentran San Julián, Sliema y Paceville y es la zona más moderna para el turismo orientado al ocio nocturno, mientras que al sureste encontramos Vittoriosa, Cospicua y Senglea, repletas de historia y cultura. 

En el mapa adjunto se aprecian perfectamente las diferentes zonas.

Cañonazos de saludo desde La Valeta
La historia de La Valeta comienza el 28 de marzo de 1566 cuando, tras la heroica defensa de la isla contra el gran asedio otomano, protagonizada por la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, luego llamada de Malta, se decide crear una nueva ciudad-convento-fortaleza para los caballeros de la orden. Si queréis saber más sobre el asedio, este magnífico trabajo de Carlos Morenés y Mariátegui, os ayudará.

Resumiendo mucho, la isla había sido cedida a perpetuidad en 1530 por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V, a la orden hospitalaria al haber sido ésta expulsada de Rodas, donde tenía su base, por el sultán turco Solimán el Magnífico en 1522.

Típica calle en cuesta de La Valeta
La ciudad se construyó en el monte Sceberra, elevación natural de 56 m.s.n.m. más fácilmente defendible, por lo que cuando vayáis podréis apreciar fácilmente sus calles en cuesta, desde su entrada, en alto, hacia el fuerte de San Telmo.
La ciudad permaneció bajo el gobierno de la Orden de Malta hasta 1798, año en que fue invadida por Napoleón.

En 1800 la cedió a Inglaterra, y bajo esta soberanía permaneció hasta su independencia en 1964. La ciudad fue devastada por las bombas en la Segunda Guerra Mundial y tuvo que ser reconstruida casi en su totalidad.

Royal Opera House en 1910

No se hizo lo mismo, sin embargo, con la Royal Opera House, destruida en 1942 y mantenida en el estado de ruina en que quedó por desacuerdos en su restauración.

Sus ruinas, adaptadas a una moderna plaza, son hoy testigo de representaciones teatrales al aire libre.

La Valeta recibe su nombre del Gran Maestre de la Orden de Malta que tomó la decisión de fundar la ciudad. Su nombre era Jean Parisot de la Vallette y su gran fortaleza en la defensa de la isla resultó crucial para que no la conquistaran los turcos. Para ello mandó emisarios a todos los países de Europa en solicitud de ayuda, y de esta manera implicó a todo el continente en la salvación de una isla que era la puerta de Europa para el Imperio Otomano.

La Valeta fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980.

VISITAR LA VALETA:

¿Empezamos ya la visita de esta encantadora ciudad? Seguidme.
En primer lugar, debemos aclarar que las distancias en esta isla son casi anecdóticas. Cuando bajéis del avión tendréis tan solo 8 km hasta la entrada de la ciudadela, concretamente la Plaza del Tritón, donde convergen todos los autobuses que recorren la isla.

Actualmente, y desde 2015, el servicio de autobús está gestionado por la empresa española ALSA a través de su subsidiaria Autobuses de León, que ofrece sus servicios con la eficiencia que aquí ya conocemos. Su contrato es por quince años, así es que debe continuar en vigor. Aquí os dejo la página de los transportes públicos de Malta que espero os sirva de ayuda.

Vista Nocturna de La Valeta

Hasta 2011 circulaban aún los entrañables autobuses diésel británicos de los años 50, 60, y 70, deliciosos cacharros de color amarillo de reconocidas marcas como British Leyland o Bedford, que te hacían viajar en el tiempo. Yo los he disfrutado y reconozco que, si bien eran mucho más incómodos, tenían un encanto especial.


Encantador autobús maltés. https://www.flickr.com/photos/joonas/169015507/sizes/c/ 

Bien, ya nos hemos instalado en el hotel y queremos recorrer las calles de La Valeta. Como la mayoría de los hoteles se encuentran en las zonas turísticas aledañas a la ciudad, lo normal es que cualquier autobús nos deje en la plaza del Tritón, es decir, en la misma entrada. Para acceder hay que transitar por una pasarela que cruza el antiguo foso, de enormes proporciones.

Espacio cultural "Opera House"
La Valeta nos recibe con dos bastiones, el de St James y el de St John, el primero a la derecha y el segundo a la izquierda. 

Nada más entrar nos encontramos con la sede del Parlamento, que se enmarca en la actuación arquitectónica denominada "City Gate", cuya autoría es del arquitecto italiano Renzo Piano.

En ella se realizó una completa remodelación de determinadas partes de la ciudad, buscando integrar lo clásico de su esencia con la más absoluta contemporaneidad. Perfectamente cuadriculada en su plano y con una distribución en forma de parrilla, La Valeta se recorre muy fácilmente y no ofrece dificultad alguna, ni peligro de perderse en ella.

A continuación del Parlamento, encontraremos el espacio cultural Opera House, planificado sobre las ruinas del antiguo teatro de la ópera. A partir de allí, podemos optar por cualquiera de las calles para ir acercándonos al fuerte de San Telmo, final del recorrido.

Calle escalonada de La Valeta

Nosotros vamos a inclinarnos por la calle República, ya que nos permite ver, aparte de la ópera y el parlamento, el Museo de Arqueología, antigua residencia de los caballeros de Malta de la lengua provenzal y, sobre todo, la concatedral de San Juan Bautista.

Este espectacular edificio religioso muestra, tras su austera fachada más propia de un convento, un espectacular interior donde todo lo invade un barroco recargado, pleno de dorados manieristas. 

Su autor, Mattia Preti, fue Caballero de Gracia de la Orden de Malta y recibió el encargo de transformar el interior de la concatedral, lo que realizó con una serie magnífica de cuadros sobre la vida de S. Juan Bautista pintados con la técnica de Caravaggio, pintor al que admiró profundamente.

Además, en el templo pueden contemplarse obras del propio Caravaggio, como la decapitación de San Juan Bautista.

Concatedral de San Juan Bautista, esplendor barroco de finales del  XVI

Durante todo el recorrido podemos detenernos en alguna de las múltiples tiendas, pequeñas pero muy numerosas, en las que encontraremos todo tipo de recuerdos, así como tiendas de ropa y complementos

Siguiendo por nuestra calle, nos topamos con la plaza de la República, o Misrah Ir Republika, y la plaza de San Jorge, denominada en maltés Misrah San Gorg. Ambas son muy agradables y encontraréis en ellas estupendas terrazas para descansar un poco de la caminata.


Botes típicos malteses

La Valeta, en realidad, tiene poco más o menos un kilómetro de longitud por seiscientos metros de anchura, es decir no es muy grande, pero hay mucho que ver.

Entre la plaza de la República y la de San Jorge, encontraréis la Armería de Palacio, cuya visita os aconsejamos vivamente si queréis conocer el devenir histórico de la isla.

Cabina telefónica "british"
Vamos a hablar ahora un poco del carácter maltés. Sus cerca de 8.000 habitantes son muy hospitalarios, pero de fuerte personalidad. Si a esto le añadimos que los españoles que vamos a la isla, solemos hacerlo con el inglés justo, es normal que haya dificultades de comunicación.

Malta vive de los estudiantes de inglés y del turismo, y de las dos cosas los españoles somos un buen exponente, así es que nos conocen. De todas formas, si sabemos interactuar con ellos, no habrá problema.

Continuando nuestro paseo, ya casi estamos en el Fuerte de San Telmo. A partir de la plaza de San Jorge, encontramos una pronunciada cuesta hacia abajo que nos conduce directamente hacia la entrada del fuerte.

Su visita es muy recomendable y alberga en su interior el Museo de la Guerra.
Una vez visitado éste, podemos iniciar el regreso por cualquiera de las calles paralelas a República. En todas ellas encontraremos un elemento recurrente característico de Malta: la abundancia de iglesias. En concreto podemos encontrar en la isla 365, y no exageramos si decimos que en la capital habrá una cada cincuenta metros.

Las tres ciudades

Aunque en la ciudad existen multitud de sitios para tomar un aperitivo y comer, yo me decanté por la zona alta, cerca de los Upper Barrakka Gardens.

Estos jardines proporcionan unas vistas espectaculares de las tres ciudades, imprescindibles para entender Malta, y a cuya descripción dedicaremos otro post.


Café "Deux Baronnes"
El lugar que elegí es el Cafe Deux Baronnes,cuya terraza se asoma directamente a Grand Harbour y nos ofrece unas vistas excepcionales de Cospicua, Senglea y Vittoriosa, las tres ciudades originales de la isla y primera sede de los Caballeros Hospitalarios. Se puede comer allí, aunque su fuerte son, sin duda, las vistas.
A la derecha podemos ver una imagen nocturna de la terraza y al fondo, las tres ciudades.

Aunque el servicio no es todo lo rápido que nos gustaría, el lugar se presta a la contemplación relajada y merece la pena visitarlo.

No puedo terminar este recorrido sin comentar varias cosas:


En primer lugar, que os olvidéis del coche para visitar la ciudad. Aunque las principales calles son de circulación rodada, aparcar en La Valeta es tarea casi imposible y, además, la policía multa duramente a los infractores.

También, comentaros que, aunque parece un sitio pequeño -de hecho lo es- la visita en condiciones os llevará tiempo. Hay muchos rincones interesantes, y aunque visitéis únicamente los monumentos más representativos, os ocupará varios días.



Embarcación típica de Malta
Es muy recomendable adquirir las tarjetas turísticas Malta Pass o Malta Heritage, esta última con acceso a 23 lugares históricos y museos.
Os proporcionarán acceso libre e ilimitado a los principales monumentos mientras dure la vigencia del pase. En nuestra agencia de viajes personalizados Experiantur, os proporcionamos todos los detalles y os gestionamos, si lo deseáis, la adquisición de los pases.

DATOS ÚTILES:

Moneda:
Euro.

Meteorología:
El tiempo en La Valeta se rige por el clima mediterráneo. Quiere esto decir, que los inviernos son cortos y templados y los veranos largos y calurosos. Si queremos un turismo de baño, podemos ir en verano, pero sabiendo que las temperaturas suelen ser altas (40º), con el añadido de la humedad propia de una isla. El resto del año las temperaturas son muy agradables. Para mayor seguridad, podéis pinchar aquí.

Compras:
Las dos calles clave para comprar en La Valeta son República Street y Merchants Street. En ellas encontraréis los productos más demandados de la ciudad. Son éstos el vidrio soplado, los encajes, la alfarería y, por encima de todo, las joyería de oro y plata. Nosotros destacamos la joyería Sterling, calidad a su justo precio. Al margen de las tiendas, en la época turística encontrarás varios mercadillos repartidos por la ciudad, donde podrás comprar objetos de artesanía.

Horario comercial en La Valeta:
Los comercios abren a primera hora (0800h) y suelen cerrar a las doce para comer durante una hora aproximadamente. Después suelen permanecer abiertos hasta las siete de la tarde.

Gastronomía y restauración:
Las costumbres en Malta a este respecto son las típicas de Gran Bretaña. Sin embargo, en La Valeta los horarios de comidas son mucho más laxos, y podemos ir sin miedo a horas españolas. No quiere decir esto que vayamos a comer a las tres y media de la tarde, pero tampoco tenemos que hacerlo a las doce.
La gastronomía típica de la isla está muy influida por la presencia árabe e italiana. Quiere esto decir que son platos muy condimentados pero ligeros, por lo que nos aportan sabores potentes y especiados. La cocina maltesa usa principalmente de verduras, pescados y conejo, llamado allí "fenek". Próximamente haremos un post con los mejores platos tradicionales malteses.


Aunque hay muchos restaurantes en La Valeta, os vamos a recomendar tres: Cordial Restaurant Chez Cyrille, San Giovanni y The King's Own Band Club.

Ocio nocturno:
El ocio nocturno se encuentra sobre todo en las zonas turísticas del norte de La Valeta, es decir, en Sliema, San Julián y Paceville. Allí las discotecas abren hasta las cuatro de la mañana aproximadamente.
En La Valeta podréis tomaros algo en The Pub, San Paolo Náufrago, o Rumrunner entre otros.

Coronavirus:
Para cualquier duda respecto a esta cuestión, podéis consultar esta página.

Llegamos ya al fin de este post y, como siempre, os recomendamos que cualquier duda que os surja, la resolváis en Experiantur.

En próximas entradas seguiremos descubriendo este maravilloso archipiélago, al que hay que ir por lo menos una vez en la vida.

Os espero de nuevo y...¡Saludos viajeros!











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